El ser humano vive de recuerdos.
Pasamos gran parte de nuestra vida evocando nuestro
pasado, da igual si bueno o malo, nos regodeamos o compadecemos una y otra vez,
olvidando con ello nuestro futuro y lo que es más importante, nuestro presente.
¿Y para qué?
Nada de lo que hagamos ahora, nada de lo que
pensemos, podrá cambiarlo nunca y tampoco volveremos a ese feliz momento que
nos hace sonreír. Pero lo que sí que podemos hacer, es crear nuevos momentos.
Instantes felices, segundos de sonrisas.
Una gota de lluvia, un sol radiante, la sonrisa de
un niño o la caricia de un anciano. Una palabra amable, la música o los seres
queridos.
Tenemos mil y una razones para ser felices.
Elaboremos nuestra propia película de la vida, pero
conscientes de lo que hacemos, pues también estaremos creando nuestro futuro “recuerdo
pasado” y de esta forma, si alguna vez queremos recordar, lo haremos sobre un
terreno que previamente sembramos con semillas de felicidad.
Delma T. Martín
Comentarios
Publicar un comentario